No vamos a decir que no corren tiempos difíciles… Por supuesto que sí. Es innegable que estamos siendo protagonistas de un acontecimiento histórico; los efectos devastadores de la pandemia del Covid-19 serán recordados por toda la humanidad.
Las consecuencias del Coronavirus, se están dando y se darán, tanto a nivel individual como global. A nivel individual, ansiedad, estrés, depresión, obsesión, miedo, etc. A nivel global, problemas económicos, laborales, sanitarios, sociales, etc.
La cuestión no es sólo lo que está sucediendo, sino y sobre todo, lo que hacemos con ello. Aparentemente, cuando nos enfrentamos a hechos dramáticos como el del Covid-19, parece no haber opciones, o por lo menos, no haber más opción que resignarse y asumir la realidad que impera, esperando que “pase la tormenta”; entonces, retomaremos nuestra “zona de confort”. Pero la realidad es que sí hay alternativas a la resignación, que lo único que hace es provocarnos impotencia, indefensión y frustración. Podemos optar por desarrollar una actitud resiliente. Pero, ¿qué es la resiliencia?.
La resiliencia es la capacidad que tenemos TODOS los seres humanos de afrontar y superar con éxito las experiencias o hechos traumáticos que a veces nos presenta la vida; pero no sólo superándolos, sino además, saliendo reforzados y enriquecidos de ellos, con nuevos aprendizajes y destrezas, tanto emocionales, como sociales, como de otro tipo, que nos permitirán resolver con sabiduría y éxito conflictos y problemas futuros.
Insistimos en que esta capacidad la tenemos TODOS, porque es muy importante que tengamos conciencia de esto, para, por un lado, protegernos de las garras de la depresión y la ansiedad, por causa de pensar que no podemos hacer nada para cambiar las situaciones o que “no merece la pena” y por otra, para no caer en la tentación de adoptar la postura de “espectadores” de nuestra propia vida, lo cual nos llevaría, tristemente, a ser meros títeres de las circunstancias; en este caso, de los efectos del coronavirus.
El mensaje esencial que queremos transmitiros en este post es que, ahora más que nunca, tenéis que poneros en pié, psicológicamente hablando y tomar las riendas de vuestra vida.
- SÍ que hay muchas cosas que están en vuestras manos.
- SÍ que podeis sacarle aspectos positivos al Covid-19, aunque no lo parezca.
- SÍ que podéis superar esta situación de confinamento y estrés.
- Y por supuesto, SÍ que podeis salir enriquecidos de esta crisis.
Ya estais realizando actos de prevención, solidaridad y cuidado muy importantes (confinamiento, distancia social, higiene extrema de las manos, no tocar, no dar abrazos, no ver ni estar con vuestros seres queridos, etc) auténticas hazañas cotidianas de las que teneis que sentiros satisfechos. Pero es igual de importante, que invirtais también en vosotros mismos.
Viajad a lo más profundo de vuestra psique y escuchad: ¿Qué es lo que necesitáis? ¿Qué capacidades o habilidades tenéis de las que podáis echar mano para sobrellevar lo mejor posible esta crisis del coronavirus?.
Pueden ser destrezas de tipo práctico, que os faciliten la vida actual de reclusión; habilidades creativas, que os permitan no sólo entreteneros, sino también disfrutar, relajaros, compartir, canalizar pensamientos y emociones; habilidades físicas, que os ayudarán a estar más inmunizados contra el Covid-19, ya que un cuerpo fuerte y flexible está vinculado asimismo con una mente fuerte y flexible; y también habilidades emocionales (entre las que está la resiliencia), que os permitirán afrontar del mejor modo posible, psicológicamente, esta temporada de confinamiento.
Todo este abanico de capacidades y habilidades, contribuirá a desarrollar vuestra resiliencia, pero el primer paso será que vosotros mismos toméis la decisión de optar por desarrollar esta actitud tan sana y protectora.
¿Cómo podéis y en qué notareis que estáis desarrollando vuestra resiliencia?:
- Decidiendo quedaros con los pensamientos constructivos, ampliándolos o transformando los negativos en constructivos.
- Poniendo atención plena en los aspectos, actividades, momentos que os relajan y proporcionan satisfacción.
- Escuchando a vuestro cuerpo y mente, procurando darles, en la medida de lo posible, lo que precisen: estar en silencio, daros un baño, bailar, hacer ejercicio, leer, etc…
- Intentando contactar (por teléfono, correo electrónico, etc) con personas que conozcais y que sepais que superaron situaciones complicadas: ¿qué les ayudó entonces?; ¿qué hicieron?; ¿hay algo que podais incorporar a vuestras rutinas?.
- Todos sabemos que tenemos alguna capacidad “oculta” que todavía no hemos fomentado o que no estimulamos lo suficiente; ¿cuál es la tuya?; ¿cantas, coses, escribes,…?: comienza a hacerlo.
- Nada será igual después de la crisis del coronavirus: ¿qué cambio o cambios piensas que puedes dar en tu vida cuando esto termine?.
Pero recuerda lo más importante: nada es para siempre en la vida. Todo se transforma. Tú tienes una historia y una vida antes del Covid-19 y tendrás, de nuevo, una historia y una vida después del Covid-19.
¡Adelante!
¿Te gustaría conocer algunas recomendaciones sobre como vivir en confinamiento? Te recomendamos leer nuestro post anterior.