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¿Por qué adoptar un niño?: La importancia de la motivación

A la hora de pensar en adoptar un niño es importante analizar cada una de los motivos por el cual queremos tomar esta importante decisión, y a continuación te contamos el porqué.

Todos los niños del mundo tienen derecho a una familia, pero la realidad nos demuestra que este derecho, en muchas ocasiones, no se cumple.

Por motivos tan diversos como situaciones personales existen, negligencias, adicciones, abusos, trastornos mentales, pobreza, desesperación, etc, hay muchos menores que, ya sea desde el momento de su nacimiento, o a partir de determinado momento de sus vidas, sufren el abandono y la ruptura afectiva con la que hasta ese instante era su figura de referencia, no cumpliéndose, por lo tanto, su derecho a tener una familia.

Así, estos menores llevan consigo una herida emocional que va a requerir ser reparada y para ello, se necesitará tiempo y entablar un vínculo sano y seguro con una nueva figura de apego, para lo que, las familias adoptivas juegan un papel fundamental, teniendo una función tan importante como terapéutica, ya que tendrán que afrontar el desafío, tan intenso como emocionante, de ofrecerle una familia y un hogar a un menor que no la tiene, o que nunca la tuvo; que, debido a su historia de vida (pudo haber sufrido de privaciones tanto físicas como afectivas), está lleno de miedo, de desconfianza, de rabia y de carencias afectivas.

De ahí la importancia de lo que se denomina como “motivación para adoptar”, ya que existe un gran desconocimiento respecto de las implicaciones que tiene la adopción. A este respecto, no sólo son necesarias las ganas de adoptar y la ilusión de construir un proyecto familiar; también son imprescindibles, entre otros, aspectos como los que enumeraremos a continuación, que contribuirán a generar un espacio emocional en las vidas de los adoptantes que, a su vez, permitirá la atención de las necesidades específicas del menor adoptado, así como el reconocimiento de éste y de su realidad:

  • Que exista una motivación para adoptar basada en el conocimiento profundo de la realidad adoptiva y una visión realista de lo que ésta implica, así como del bagaje personal y de las necesidades específicas de estos menores.
  • En el caso de las parejas, que exista un vínculo sano y un consenso total sobre la decisión de adoptar.
  • Que los adoptantes gocen de madurez y equilibrio emocional, así como de la capacidad de buscar recursos cuando los necesiten.
  • En el caso de que los adoptantes hayan sufrido pérdidas o renuncias previas, es fundamental que el duelo de éstas esté lo suficientemente elaborado.
  • Que se cuenten con unas condiciones personales, sociales, laborales y económicas que posibiliten el atender adecuadamente las necesidades del menor adoptado, así como su integración en su entorno.